La situación de secuestro de la empresa CITGO Petroleum Corporation le permite a EE.UU. jugar conjuntamente con los traidores de la oposición Guaidó y su combo contra la dignidad del pueblo venezolano. Aunque el tema es de compleja compresión, la estrategia ya es más que clara.
La idea de EE.UU. era y es la de utilizar el secuestro de CITGO como chantaje político al pueblo venezolano, aprovechando el pretexto de las sanciones, la supuesta ilegitimidad del Presidente Maduro junto al carácter vendepatria de la oposición fascista y traidora capaz de vender su alma al diablo por el poder.
El juego inicial consistió en embargar la empresa para apropiarse ilegalmente de su control administrativo, sin contar que otras empresas, que habían adquirido bonos de PDVSA años anteriores, aprovecharían para generar demandas que le permitieran una posible subasta y entrega de los activos de Venezuela a cambio de dichas demandas; hecho que en consecuencia el gobierno de EE.UU. tuvo que prohibir mediante el lanzamiento reiterado de varias licencias OFAC.
Parte del juego hoy por tanto consiste, en utilizar la situación también ahora para darle una imagen positiva a la oposición venezolana de cara a la elección presidencial del 28 de julio; haciendo creer que por una acción judicial de Guaidó en junio, el tribunal del 2do Circuito de Nueva York falla a favor de CITGO por esa acción, cuando en realidad se mantiene un secuestro solapado, donde actualmente no tiene participación una representación legal de Venezuela.
La estrategia de Venezuela debe por tanto, centrarse en la reclamación nacional por la devolución de CITGO, la inclusión del tema como elemento central de la campaña presidencial de todos los candidatos, la realización de un referendo de consulta al pueblo y el impulso de una campaña nacional e internacional para que el mundo continúe abriendo sus ojos ante las fechorías inmorales de los gobiernos de los Estados Unidos.
Eduardo Rivero
Analista de Temas Geopolíticos
eduardokemp2140@gmail.com
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