La estrategia del aparato opresor que desea
mantener la hegemonía capitalista, siempre se ha orientado a ocultar las
verdaderas razones por las cuales busca controlar a una nación para sus fines
miserables. Por ello estimula practicas radicalistas y extremistas en sectores
de los países a atacar o controlar, todo ello para que ni la dirigencia
política, ni los intelectuales, ni el pueblo llano comprendan los hilos que
mueven las relaciones nacionales e internacionales y así lograr sus metas de
colonización y opresión.
Tal cual sucedió desde la década de los 60
en Venezuela, donde la falta de comprensión política permitió la consolidación
del coloniaje a Venezuela y la imposibilidad total de la llegada al poder por
parte de la izquierda revolucionaria sino hasta la entrada en escena del
Comandante Supremo Hugo Chávez en 1998.
Y me atrevo a asegurar que hoy todavía
queda gran parte de sectores venezolanos incluyendo intelectuales que analizan
desde su bolsillo y su estómago, que no comprenden la realidad geopolítica
donde debe desenvolverse la patria de Bolívar.
Por lo descrito anteriormente aunado a
otros elementos, es preciso visibilizar las dos principales razones por las
cuales, Venezuela es vista por el imperialismo occidental como la “Joya más
preciada” que deben controlar.
La primera y más pesada razón parte del
hecho de poseer las más enormes y diversas reservas de recursos naturales y
estratégicos que mueven todas las distintas industrias mundiales, recursos que
van desde el petróleo, que mueve casi todo el transporte mundial (carros,
motos, aviones, fuerzas aéreas, flotas navales, etc), el gas (industria
petroquímica), el Coltán (Industria telefónica), el oro (Industria minera), y
el Torio (Industria nuclear), etc, etc. Razón de gran magnitud por tanto para
que Venezuela sea tan ansiada por parte de dichos países en la búsqueda de
mantener sus niveles de vida y su hegemonía y explotación contra los pueblos
del sur.
De igual forma, la segunda y quizás más
potente razón, es la de la moral venezolana, el espíritu libertario que lleva
en las venas la nación, desde el ejemplo de resistencia de Guaicaipuro, Josep
Leonardo Chirinos, los alzamientos de Gual y España, el ejemplo universal de
Francisco de Miranda, el liderazgo histórico de Simón Bolívar, la lucha indoblegable
de Cipriano Castro, Delgado Chalbaud, Medina Angarita, la alta visión
estratégica de Juan Pablo Pérez Alfonzo y el primer pueblo en alza contra las
medidas neoliberales en América latina como lo fue el venezolano en 1989 (El
Caracazo).
En fin, son dos razones principales que el
pueblo venezolano debe conocer a la perfección, una razón de carácter material
y otra de carácter espiritual, que sumadas ayudan a la comprensión total
histórica de todo lo que está viviendo y vivirá Venezuela inevitablemente, una
lucha permanente por la libertad y la soberanía para lograr un mejor nivel de
vida.
Ing. Eduardo Rivero
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