En
la actualidad es fácil escuchar opiniones como que la situación económica
horrible que vive Venezuela nunca se había visto, pero dice un axioma popular
sabio, que “el que no sabe es como el que no ve”, la falta de lectura,
investigación y profundización que han sembrado los capitalistas en la mente de
nuestros pueblos, es uno de sus mejores aliados. ¿A qué viene esta referencia?,
a que si se quiere conocer si es cierto que un país nuca había vivido una
terrible situación como la actual en Venezuela lo único que tiene que hacer es
aprovechar la facilidad que nos brinda el señor Google.
Al
buscar información en la red de redes, se consiguen principalmente seis casos
de hiperinflación en la historia contemporánea del mundo, los cuales sin dudas
son superiores o más terribles que lo que hoy vivimos entre nuestras fronteras.
En
orden cronológico, el primer caso hace referencia a lo vivido en Alemania al
finalizar la Primera Guerra Mundial, cuando una vez derrotado el imperio Alemán
obligándolo a firmar el Tratado de Versalles, el imperio
estadounidense junto a
Inglaterra y Francia le impusieron un sistema de sometimiento a los teutones,
lo que degeneró en el transcurso de dos años 1921-1923, en una situación de
hiperinflación de hasta 1 billón% (1.000.000.000.000). Teniendo el Estado
Alemán que emitir para la época un billete hasta de 1 billón de marcos. Ya
conocemos por supuesto todo el odio reprimido desatado por los nazis años después
antes y durante la Segunda Guerra Mundial.
El
segundo caso y el más alarmante quizás, fue sin dudas el de Hungría, esta
nación ingresó al bloque soviético durante los años 40, contra ello hubo una
reacción fascista de los EE.UU. imponiéndole sanciones buscando doblegarlos,
las consecuencias fueron un situación de hiperinflación de 45 trillones%
(45.000.000.000.000.000.000) en solo 11 meses, de agosto de 1945 a julio de
1946.
El
tercer caso acontecido, fue el de la nación de Homero, la Grecia de la filosofía
de Atenas, ello cuando las tropas fascistas del ejército Nazi invadió la misma
el año de 1941, ocasionando graves daños a su economía e impulsando un proceso
hiperinflacionario que derivó en una situación de hambruna donde el billete de
mayor denominación griego llegó hasta 100 mil millones (100.000.000.000) de
Dracmas.
El
cuarto caso, no por casualidad devino como consecuencias de sanciones impuestas
por el odio imperial de EE.UU. en 1995 contra el pueblo de Yugoslavia, país con
simpatías al socialismo históricamente que existió entre 1918 y 1991, luego de constantes actos de injerencias
por parte del imperialismo occidental a los largo de todos esos años, en 1992
EE.UU. logra causarle una hiperinflación que llega hasta la impresión de un
billete de 500 mil millones (500.000.000.000) de Dinares.
Y
finalmente, el quinto caso, y el más reciente antes del venezolano, fue el de
la República de Zimbabue, cuando en el año 2003 comenzó una hiperinflación
bestial que generó la dura decisión de imprimir billetes tras billetes cada vez
más de alta denominación como lo fueron los de 100 billones
(100.000.000.000.000.000.000) de dólares zimbabuenses, una criminal situación
para un pueblo donde 3 posturas de gallina llegaron a costar 100 billones de
dólares.
Es
justamente aquí por tanto donde debe hacerse un paréntesis para intentar
comparaciones con el caso venezolano; sin pretender negar que Venezuela se
encuentra en una situación altamente crítica y delicada; si se calcula el
equivalente a estos 5 casos tanto el porcentaje de inflación mensual como la
cantidad de años (3.000.000% desde 2013 hasta 2018), se logra ver que el
imperialismo no ha podido lograr llevar a nuestra patria a dichas graves
situaciones como ellos lo desearían, y hay que decir que la razón para ello
(aunque los propios chavistas lo nieguen) es que ha sido gracias a la
resistencia de un pueblo y a cada medida adoptada por el gobierno bolivariano
en su afán de defender la nación y a su pueblo.
Queda claro por otra parte que Estados Unidos logró la posibilidad de chantajear a los pueblos en el caso de querer liberarse de su yugo fascista imperial, una vez que desde 1918 vicnuló por vez primera su Dolar al sistema financiero internacional constituido en el Patron-Oro para aquel momento, permitiendole posterior y progresivamente ejecutar sansiones o intervenciones de forma más directa o indirecta.
Toda una realidad impresionante, que
demuestra que el capitalismo no tiene límites en su lógica opresora, que no será fácil el logro de la libertad y soberanía real de nuestros pueblos, pero que
sin dudas se evidencia también una vez más, que Venezuela (en mi opinión a
falta de poco tiempo para neutralizar en parte dicha hiperinflación) sigue
siendo un ejemplo de vanguardia para los pueblos en las luchas mundiales
trascendentales.
Ing. Eduardo Rivero
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