En el marco de una autocrítica necesaria para la construcción verdadera del Socialismo, es imprescindible estudiar el caso de Stalin en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, el cual es el mayor ejemplo de lo que no se debe permitir ocurrir en una revolución que se proclame socialista. Stalin fue el artífice principal de la desviación del proceso revolucionario que fungía como la mayor esperanza durante el siglo 20 cuando usurpó el poder a los verdaderos líderes soviéticos post-Lenin que tenían la visión clara de cual era el camino correcto. Y por más revolucionario que se sea hay que ver la verdad.
El primer elemento de desviación, fue el robo y ocultamiento por parte de éste del Testamento de Lenin; éste es un documento fue escrito por el propio Lenin en Diciembre de 1922 para ser entregado a los lideres soviéticos del partido; otro hecho de características fundamentales es el de la persecución de todo el liderazgo soviético que estuvo al lado de Lenin, sacando de juego por la jefatura con artimañas al principal candidato a sucesor de Lenin; Liev Trosky. Stalín los venció a todos gracias a una hábil manipulación como Secretario General, de los órganos del partido y del Estado para consolidarse en el poder.
El tercer elemento por profundizar como base de la desviación fue el ocurrido a partir de 1930, cuando el mismo comenzó una campaña generalizada de terror político denominada “la gran purga” entre 1936 y 1938, un hecho totalmente contrario a las prácticas socialistas, de carácter dictatorial y fascista.
Finalmente, y entre otros tantos elementos que pudieran ser dignos de análisis, se tienen los acuerdos de Stalin con Hitler y los Nazis llevados a cabo en secreto, que hoy día se desclasifican y cada vez más salen a la luz pública; Stalin no solo fue el principal responsable de la desviación de la Revolución para sus beneficios personales, sino que es corresponsable del inicio de la II Guerra Mundial al realizar el acuerdo llamado “Pacto de No Agresión” con Hitler, un acuerdo donde en secreto ambos fascistas se repartieron Polonia en la mitad cada uno. Éste acuerdo le dio la luz verde a los Nazis para invadir el territorio polaco el 01 de Septiembre de 1939, dando origen al inicio de la guerra más desastrosa jamás vista en la humanidad, lo cual le costó mas de 22 millones de muertes a la URSS.
El reparto de Polonia y la posterior invasión por parte de Stalin a ésta causó la muerte en el famoso Bosque de Katyn de más de 25.000 polacos que se opusieron a la invasión soviética, siendo el principal responsable de dicha ejecución el propio Stalin junto con su mano derecha Lavrenti Beria. Un crimen devastador peor que cualquiera cometido por los nazis y condenable desde todo punto de vista. Todo ello contribuyó a que los gobiernos capitalistas realizaran campañas mediáticas para oscurecer al socialismo; pero ni Stalin ni Hitler eran socialistas, sino otros instrumentos más del fascismo imperialista. El socialismo no es dogma, el socialismo no es burocracia, el socialismo es vida y felicidad.
Eduardo Rivero
Analista de Temas Geopolíticos
@Eduardo_jrc1
Eduardokemp2140@gmail.com
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