Cuando el filósofo René Descartes
pronunció su célebre frase de orientación idealista “Pienso,
luego existo” por allá por el sigo XVII en el marco de la
ilustración, nunca se imaginó que 222 años después otro filósofo pero de
mayor envergadura, el alemán Carlos Marx desmentiría esta corriente
con el descubrimiento del “materialismo histórico” en 1859 en la
obra “Critica a la Economía Política”. El método materialista
ha revolucionado al mundo en poco más de 200 años en comparación
de los 1362 años en que predominó el “idealismo”, pero menos
aún se imaginó Descartes que la distancia de sus postulados
idealistas se encontraban cada vez más lejos de la realidad que
nunca hoy en 2018, este es el caso de Venezuela y en particular de
parte del Chavismo (incluyendo a intelectuales).
Parece ser que el “materialismo
histórico” vive su mayor auge de confirmación en Venezuela desde
la llegada de la Revolución Bolivariana en 1998, pero sobre todo
desde el año 2013 con el ascenso del Presidente Obrero Nicolás
Maduro, y es que al chavismo se le neutraliza la capacidad de
análisis si se le dificulta la introducción de alimentos al
estómago o si los bolívares de que dispone se le esfuman de los
bolsillos a causa de la hiperinflación promovida por el
imperialismo, o en otras palabras, el postulado del camarada Earle
Herrera “Chavismo a 100 dólares el barril” se hace realidad.
Hasta a la intelectualidad chavista
se le niebla la mente, si su condición económica se agrava, dejando
“gravemente” a un lado responsabilidad histórica de analizar de
forma objetiva y certera los hechos políticos, económicos y
sociales que vive la nación, en su carácter de guías teóricos de
los pueblos, donde se debe explicar cuáles son las causas reales de
la problemática que vive hoy el país, y quienes son los
responsables de dicha situación. A este coro de voces “sabiamente
críticas” (que nunca se autocritican) se le unen los incautos que
cayendo en el desespero suman al desconcierto de nuestro pueblo,
muchos en puestos claves de mandos políticos, gerenciales y hasta en
los claustros universitarios. Prácticamente olvidando que estamos a
las puertas de una guerra civil catastrófica y que sus opiniones
supuestamente “criticas” pueden contribuir a esto.
Sumado a ello, hoy por hoy y luego
del lanzamiento de un nuevo sistema financiero nacional basado en el
Petro que deja al mundo boquiabierta, el mundo económico tradicional
entró en shock cayendo con sus nalgas a las tablas, porque no pueden
creer cómo es posible el logro de una nueva realidad económica
totalmente positiva y viable (como lo habíamos asegurado hace meses)
después de tanto sufrimiento económico. Hoy salen algunos ya a
decir que el Programa es una promesa electoral del Presidente, como
si aquí no se estuviera peleando contra el saboteo imperialista en
todo momento, obviando que el programa no es una jugada inicial para
enterrar la guerra económica sino que es la jugada maestra final
luego de dar la pelea a lo largo de estos 5 años de diversas formas.
No nos llamamos a engaños, sabemos
que la pelea aún sigue y seguirá y que ahora debemos defender este
logro porque los enemigos de la Patria no descansarán en sus empeños
fascistas. Por su puesto que el mundo académico influenciado por el
pensamiento burgués no aceptara nunca que el Programa de
Recuperación Económica es posible, pero eso realmente no importa
para nada, lo único que importa hoy, es que si se ganó la guerra,
que si vamos a un país poderoso y próspero, que es posible hacerlo
en poco tiempo, que las luchas de este pueblo bolivariano no fueron
en vano, que el legado de Chávez no se perdió ni se perderá y que
la Venezuela potencia seguirá iluminando el camino hacia el mundo
que todos los pueblos han soñado.
Ing. Eduardo Rivero
Analista de temas Geopolíticos
eduardokemp@hotmail.com
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