Si observamos el
desarrollo de las sociedades, podemos ver que han avanzado siglo tras siglo
sobre una base material que ha sustentado a la estructura ideología y por ende
las conductas, comportamientos e ideas dominantes (tribalismo, esclavismo,
feudalismo, capitalismo), siendo el sistema imperante desde hace cuatro siglos
el capitalismo, cada etapa o fase ha tenido que realizar una revolución para
imponer el modelo de desarrollo que ha exigido la historia, en Venezuela
tenemos que existe un capitalismo subdesarrollado desde los años 30, impuesto
por el interés trasnacional de sumirnos en un rentismo petrolero dependiente
periféricamente de los países centrales potencia.
Por esta y muchísimas
otras razones, la historia venezolana fue preparando el camino generando las
condiciones para una revolución necesaria e inevitable, que proyectara la
búsqueda de un nuevo modelo económico, en vista que el actual (el capitalismo)
se encuentra estancado desde los años 70 e impidiendo el progreso de las
sociedades que deben avanzar hacia un nuevo desarrollo en conjunto, de allí se
produjeron “el Caracazo”, la aparición en la escena de un guía necesario para
toda revolución como lo es el Gigante Chavez, de allí también se desprendieron
los últimos 15 años de historia venezolana con todas sus aristas.
Cuando observamos
detenidamente estos 15 años y en mas detalles lo que ha sido el 2014 y el 2015,
podemos ver con claridad el avance de nuestra sociedad, son muchos los detalles
que lo demuestran pero sobre todo los mas recientes hechos violentos generados
por los opositores al quemar sedes institucionales, en una acción claramente
desesperada por evitar la transición económica que esta produciendo la
revolución a pesar de la desaparición física del comandante, es decir, la
burguesía en su desespero entiende que la ultima batalla es la económica y que
a pesar de haber lanzado una guerra económica, el perderla no estaba en sus
planes, les ha resultado un encuentro con un supuesto bruto hijo de Chávez que
ha sido más inteligente que muchos de ellos y con su dirección, el pueblo los
está derrotando.
El poder económico es el
territorio de la batalla final, es el terreno por el cual se ha pasado de un
sistema a otro, claro indicio de que para ir a un sistema socialista, es
necesario tomar dicho poder y brindarle la base material que sustente la nueva
hegemonía.
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