¿Por
qué nos roban el oro?, simple, porque es un factor determinante para el
respaldo de cualquier economía, desde el punto de vista estratégico este metal
precioso se constituye como el elemento de más confianza y el de más valor para
la humanidad por su capacidad de dureza en el tiempo casi indestructible,
además de su escasez en la corteza terrestres, su belleza y maleabilidad. Pero
en el mundo moderno, su posesión significa la posibilidad de negociación ante
el nuevo sistema económico mundial que se reconfigura a raíz del derrumbe
inevitable del capitalismo.
El
oro alcanzó en el siglo 18 cada vez mayor importancia estratégica para las
naciones, debido a su incorporación como respaldo de las monedas en el marco de
la dinámica de comercio internacional creciente entre las naciones, donde
diferentes monedas y sistemas de diversos países hacían prescindir de un sistema
unificado equivalente para todos, es ahí donde nace la aceptación del metal de
forma casi universal.
La
historia comienza con la creación del llamado “Patrón-Oro” a partir de 1816 en
Inglaterra durante el marco de la Revolución Industrial. Los ingleses lo
utilizaron para respaldar la Libra Esterlina como medio de pago internacional,
a lo que en el siglo 19 se le suma Estados Unidos con el Dólar en 1918 al
finalizar la Primera Guerra Mundial. El Patrón-Oro sostuvo gran estabilidad a
las políticas monetarias de las naciones durante el tiempo que estuvo vigente, ya
que frenaba la posibilidad de la impresión de monedas de forma indiscriminada
como hace hoy EE.UU., solo siendo desplazado por la implementación de respaldos
a base del petróleo que ya adquiría supremacía como elemento de mayor riqueza
para la humanidad.
Es
en 1944 cuando EE.UU. aprovechando la debilidad de las potencias europeas tras
el fin de la Segunda Guerra Mundial consolida la hegemonía del Dólar con su
supuesta capacidad de posesión de oro para respaldar su moneda, cosa
rotundamente falsa que con el paso de los años se iría develando hasta llegar
el colapso el año de 1971, cuando nace el petrodólar, otro acuerdo perverso
para imponer la supremacía de una moneda por sobre las otras y de manera
irónica, utilizando el petróleo de los demás. Este acuerdo fue posible gracias
al Rey de Arabia Saudita que aceptó la propuesta estadounidense de vender el
petróleo de la OPEP sólo en dólares a cambio de poder militar, armas,
protección y dinero.
A
este escenario es el que llegamos hoy, con el diferencial de que al estar
agotándose el petróleo también se agota el sistema capitalista por su
dependencia exclusiva del hidrocarburo, lo que obliga a un reorden de las
fuerzas mundiales y la
creación de un nuevo sistema internacional, donde quien
posea más oro poseerá mayor capacidad de negociación o ventaja. En otras
palabras, el agotamiento de la más eficiente energía jamás conocida obliga a la
vuelta a un sistema exitoso en el paso como lo fue el empleado con el oro.
La
visión estratégica genial del Comandante Chávez permitió recuperar 211
toneladas de oro, enviadas por el gobierno de Carlos Andrés Pérez por ordenes
imperiales el año 2011 como muestra de quienes han sido los vendepatrias
siempre, nuestro Comandante previendo un futuro robo por parte de potencias
extranjeras ante un conflicto como el que hoy vivimos intentó rescatar todas esas
reservas de oro venezolanas que se dispersaron por varios países extranjeros,
lamentablemente no se pudo lograr la traída del resto y hoy somos victimas una
vez más de la piratería imperial que busca por todos los medios el
sostenimiento de su supremacía decadente.
Aun
así, hay buenas noticias para los venezolanos y las venezolanas, este pueblo ha
dado y sigue dando una lucha de resistencia admirable, que permite sostener la
independencia y la soberanía, elementos base para lograr nuevas victorias y
objetivos estratégicos, incluyendo una futura lucha fructífera para recuperar
nuestro oro patrio.
Ing. Eduardo Rivero
Analista de Temas Geopolíticos
@Eduardo_jrc
eduardokemp@hotmail.com
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