El
socialismo no fracasó como lo han cacareado año tras año millones de personas
que ignoran por desconocimiento o por necedad el trasfondo de los sucesos
ocurridos los años de 1980 y 90, tampoco se debió a traiciones como aseguran
muchos camaradas del mundo; aunque sin dejar de reconocer que la corrupción y
otros males fueron factores determinantes de su desintegración, las razones de
base fueron otras de más peso.
La
historia reciente ha demostrado que el principal factor de la desintegración de
la URSS fue la caída del precio del petróleo (Guerra Económica o Financiera)
impulsada por EE.UU. junto a Arabia Saudita en la década de 1980 cuando de
forma estratégica los estadounidenses utilizaron como arma geopolítica al
precio del petróleo para poner en aprietos las finanzas de la nación soviética;
ello fue posible gracias a la alianza letal lograda por EE.UU. con los saudíes
desde el final de la Segunda Guerra Mundial cuando se reunieron en un crucero
en alta mar de forma zagas el Presidente Roosevelt y el rey Ibn Saud en febrero
de 1945.
Ágil y
maquiavélicamente EE.UU. logró dicha reunión con los sauditas para constituir
un acuerdo histórico y clave de petróleo por protección militar, acuerdo que
les serviría para boicotear más adelante y muchas veces a los países
dependientes del precio del petróleo tal como lo hizo con los soviéticos en los
80, ese acuerdo hoy se mantiene, ya que utilizando artimañas logran presionar a
los sauditas para que incrementen la producción, violenten las cuotas de la
OPEP y tumbando el precio del petróleo por exceso de oferta poder
desestabilizar a nuestros países que forman parte de los países exportadores.
A esa
jugada estratégica letal no pudieron hacerle frente los soviéticos por falta de
interpretación y de análisis debido al dogmatismo imperante en los
intelectuales y asesores de la época. Si bien es cierto que la corrupción tuvo
un efecto negativo en la sociedad euroasiática intentando lograr el socialismo
y restándole el apoyo popular necesario a la dirigencia socialista, también es
cierto que una desestabilización económica de tal magnitud tuvo más peso por
lógica que esta, debido a lo que significa un desequilibrio presupuestario de
tal tipo. Tal como el que lograron en Venezuela los últimos años.
Todo ello
sumado a un proceso de infiltración interna por parte de la CIA con operadores
como el oficial Philip Giraldi y empleando a personajes de la vida política
soviética como lo fueron Boris Yeltsin por Rusia, Leonid Kravkhuk por Ucrania y
Stanislav Shushkévich por Bielorrusia, los cuales se pusieron de acuerdo para
firmar el acuerdo de desintegración de la URSS el 8 de diciembre de 1991, luego
del desarrollo de un golpe de Estado contra Mijail Gorbachov 19 de agosto de
1991, el cual precisamente fue secuestrado cuando intentaba realizar una
revolución dentro de la revolución a través de la llamada Perestroika y Glasnost
para tratar de ejercer un proceso reflexivo que reimpulsara el apoyo popular y
la transición verdadera al Socialismo. Los revolucionarios de esta etapa
tenemos como responsabilidad histórica redescubrir la historia, ya que los que
escribieron la historia siempre han mentido, ¿Qué razones tienen para no seguir
mintiendo?, ¿Seguirán entonces nuestros camaradas secundando el cacareo de la
derecha de que “Fracasó el Socialismo”?.
Ing. Eduardo Rivero
Analista de Temas Geopolíticos
@Eduardo_jrc
eduardokemp@hotmail.com
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