El fracaso estrepitoso del capitalismo más allá de los discursos y eslogan de muchos dirigentes ha sido más que evidente y demostrable en suficientes ocasiones, siendo 4 de ellas las más reconocibles, las cuales las podemos ubicar todas en EE.UU. en los siguientes años: Crack de 1870, Crack de 1930, Quiebre del dólar de 1970 y Crisis hipotecaria de 2008.
La primera quiebra total del sistema capitalista se
desarrolló durante los tiempos en que John D. Rockefeller se mataba
inclementemente en los años 1800 contra las ferroviarias estadounidenses por la
supremacía del poder económico, viéndose finalmente reflejado en la bolsa al
desatarse su primer “crack” y derrumbe.
El segundo “Crack” estrepitoso ocurrió los años de 1930
mientras gobernaba el estadista Franklin D. Roosevelt, desatándose no sólo el
derrumbe nuevamente de la bolsa sino la más grande miseria del pueblo de EE.UU.
en la desesperanza total en favor de la acumulación de enormes riquezas de las
elites industriales y militares gringas; dejando ver desde temprano el fracaso
total del sistema capitalista.
Ésta situación fue observada por Roosevelt con gran
objetividad a pesar de no ser un dirigente con tendencias revolucionarias, supo
aplicar todo un plan socialista de los más grandes jamás realizados como lo fue
el “New Deal” estadounidense durante varios años, que contemplaba grandes
reformas y leyes que incrementaban la inversión social de forma decidida, lo
que finalmente terminó por ayudar a superar la crisis por una parte y a
desarrollar a la nación estadounidense definitivamente.
Por supuesto, que esas dirigencia no realizaron dicho
plan por colindar con el socialismo, sino porque comprendieron que no tenían
más alternativas debido entre otros factores a la ventaja gigante que les había
obtenido la URSS y que no podían seguir permitiendo, ya que estaban quedando
derrotados ante la nación euroasiática en casi todas las estadísticas mundiales
de cualquier área, principalmente la del PIB, la de los profesionales
graduados, la de los niveles sociales y hasta la industrial y espacial.
Ésta parte de la historia ha sido ocultada de la forma
más deliberada para manipular a su antojo el imaginario colectivo de nuestros
pueblos para continuar sus planes macabros de dominio mundial, el cual
lograrían los años siguientes con estrategias de alto nivel geopolítico que he
contado en otros artículos, pero sin dudas que éste capítulo del New Deal se
presenta como uno de los determinantes del desenlace final de la historia
gringa y que sin ninguna vergüenza ocultan descaradamente creyendo seguir
engañándonos.
Eduardo Rivero
Analista de Temas Geopolíticos
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