El capitalismo llegó a su máximo de expansión entre los años 1970 y 1980 del siglo pasado, a partir de allí comenzó su crisis terminal. Las razones objetivas para ello fueron 2 principalmente; el estancamiento de las fuerzas productivas (parte de la estructura del sistema según Marx) y el agotamiento objetivo del petróleo (Según la Tasa de Reemplazo de la Exxon Mobil - 1981), ambas variables totalmente matemáticas y por tanto científicas.
Sólo el descubrimiento del potencial del petróleo, y su posterior empleo y consecuente nacimiento de la “era petrolera” en 1901 le dieron la posibilidad al viejo mercantilismo de constituirse como un modelo económico hegemónico capitalista y permitirle su expansión progresiva sobre todo el orbe, a pesar de ser un modelo torpe, ineficaz, desigual y totalmente injusto para resolver los problemas de las sociedades humanas.
La ciudad emblema del capitalismo siempre fue Detroit por excelencia; fue a partir de 1970 con el estancamiento de las fuerzas productivas estadounidenses cuando la expansión capitalista se detuvo; debiendo permitir el inicio de la búsqueda de mano de obra barata, la cual fue encontrándose en asía y principalmente en China, de allí que las empresas gringas fueran migrando progresivamente; y así de esta forma intentar seguir la expansión del sistema.
Llegado el año 1981 y el agotamiento del petróleo respectivo, comenzó a desmoronarse el sistema de forma estructural de manera definitiva. Siendo de esta forma, lo único que salvaría al sistema, sería por tanto el descubrimiento de una nueva fuente energética superior al petróleo y con grandes reservorios, algo que no es posible porque científicamente está demostrado que no existe ninguna.
Finalmente, las 2 variables descritas, causaron en concreto primero la quiebra de Detroit (Emblema del Capitalismo mundial), segundo, la quiebra de 10 ciudades estadounidenses mas y de la propia General Motors (mayor empresa capitalista en conjunto con Exxon), tercero, el inicio de la crisis energética mundial a partir de 2002, y cuarto, la crisis financiera de 2008 y toda su consecuente recesión mundial.
La construcción de la multipolaridad desde 2002 teniendo a Venezuela, Rusia y China como vanguardia aceleró dicho proceso de derrumbe que ya era inevitable. A partir de este momento, el sistema quedó a merced de un soplido. El Coronavirus fue ese soplido que faltaba para desbaratar finalmente al capitalismo para bien de la humanidad. La solidaridad de los pueblos logrará el milagro de superar esta nueva amenaza virulenta, y sentará las bases para la consolidación de un nuevo sistema económico mundial con visión social.
Eduardo Rivero
Analista de Temas Geopolíticos
@Eduardo_jrc / @Eduardo_jrc1
Eduardokemp2140@gmail.com
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