Toda
Venezuela ha sido testigo durante los últimos 20 años de la aptitud de los
políticos que conforman los sectores de la derecha venezolana, en la cual,
aunque no lo reconozcan la mayor parte de sus seguidores, se observa una
tendencia sostenida hacia la mediocridad e incapacidad que perturba al país y a
la escena socio-política nacional. Ante esta realidad, casi todos estos
sectores políticos han optado por el desarrollo de una estrategia sucia, donde
reina el chisme, la mediocridad, la burla y en concreto los intereses
económicos más mezquinos representados en pequeños grupos de nuestra sociedad.
Lamentablemente,
al pasar de los años y a medida que la revolución ha derrotado dichas
estrategias, ha hecho sentir impotencia por su incapacidad profesional y
política, han centrado ahora sus ataques cada vez más a través de la vía del
sabotaje y el chisme; el cual aparece en el diccionario de la Real Academia
conceptualizado como el “Daño o deterioro
que en las instalaciones, productos, etc., se hace como procedimiento de lucha
contra los patronos, contra el Estado o contra las fuerzas de ocupación en
conflictos sociales o políticos”. Un concepto que le cae como anillo al
dedo a la majunchería venezolana.
Entre
las estrategias sucias más aplicadas de este periodo de revolución y que
diversas investigaciones ya han comprobado, se encuentran las siguientes: 1) Contratación
de criminales (pranes mercenarios como El Picure) o delincuentes jóvenes para
llevar a cabo “asesinatos” contra ciudadanos y ciudadanas del pueblo de todas las
escalas sociales; 2) Propagación de rumores para desestabilización; 3) Incitación
al odio a través de mensajes subliminales; 4) Acaparamiento de alimentos y
productos más demandados; 5) Paralización de la industria petrolera estatal
PDVSA. y 6) Explosiones en sectores de las refinerías; entre muchas otras.
Realizar
una lista de todo sería interminable, pero en especial nadie debe olvidar el sabotaje
criminal e irresponsable más extenso y perjudicial que haya visto la humanidad
hace 14 años, como lo fue el paro de PDVSA; también hemos sido testigos que
solo entre 2015 y el recién finalizado 2016, se presentaron más de 60 sabotajes
en instalaciones eléctricas, también hemos atestiguado las trabas internacionales que impidieron
que los nuevos billetes pudieran ser trasladados al país en el tiempo estimado,
esto a la par del derrumbe del sistema electrónico por parte de las
agencias bancarias.
Finalmente la estrategia más ridícula pero también las más dañina, la del chisme y el rumor, recomendada por el venezolano más mediocre y derrotado llamado J.J. Rendón, quien dirigió la campaña en la cual el comportamiento que tuvo el rumor negro inició el año pasado con operaciones en comercios en los Estados Bolívar y Amazonas, a la vez que los medios de derecha imponían la matriz del “saqueo” confundiendo a muchos compatriotas.
Finalmente la estrategia más ridícula pero también las más dañina, la del chisme y el rumor, recomendada por el venezolano más mediocre y derrotado llamado J.J. Rendón, quien dirigió la campaña en la cual el comportamiento que tuvo el rumor negro inició el año pasado con operaciones en comercios en los Estados Bolívar y Amazonas, a la vez que los medios de derecha imponían la matriz del “saqueo” confundiendo a muchos compatriotas.
Gracias a la
lucha del pueblo se ha neutralizado la mayor parte de esta estrategias, pero el
costo en salud que queda en muchos compatriotas disociados debe llamarnos a la reflexión,
los dirigentes de la Revolución desarrollar estrategias para frenar estos males
y el pueblo batallar por la conciencia de nuestros hermanos y hermanas de la
Patria.
Eduardo Rivero
Analista Geopolitico
Movimiento Universitario Francisco de Miranda
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