¿Medios de comunicación o empresas de comunicación? Por: Eduardo Rivero.

¿Medios de comunicación o empresas de comunicación?
En una guerra se presentan todo tipo de situaciones donde cada grupo utiliza los instrumentos o los recursos que tengan a su disposición con la finalidad de causar daños en el contrario. En el caso de la guerra por el control de las reservas más grandes del hidrocarburo que mueve la economía mundial, como lo es el petróleo; la utilización de estos instrumentos se agudiza, siendo uno de los favoritos por parte de las transnacionales los “medios de comunicación”.
En el mundo los poderes económicos mas dominantes gracias al posicionamiento de controlar el negocio petrolero, no dudaron en incursionar en el terreno de la radio y la televisión, adquiriendo concesiones de los espacios radioeléctricos y de esta manera abordar el terreno de difusión masiva para consolidar su negocio a través de la publicidad dirigida a los millones de usuarios que progresivamente irían adquiriendo los dispositivos receptores de respectivas señales, como por ejemplo en los años 60 cuando la Creole Petroleum Corporation posicionó un noticiero en las televisoras nacionales el cual financiaba y dirigía como parte de su estrategia en la lucha contra las transnacionales rivales y las propias empresas petroleras estatales.
Por otra parte era posible observar en los años subsiguientes que las transnacionales petroleras invertían en los medios de comunicación realizando publicidad a favor de sus empresas. Como lo describe la enciclopedia Wikipedia, http://es.wikipedia.org/wiki/El_observador_(RCTV):

(…) “El 16 de noviembre de 1953, salió al aire el primer noticiero regular de televisión en Venezuela. Se llamó El Observador Creole” (…) más adelante continúa “En 1972, al firmar la empresa Creole (la cual producía el noticiero El Observador Creole) con Cadena Venezolana de Televisión, se funda la División Informativa y surge su propio espacio de noticias El Observador Venezolano (más tarde conocido solo como El Observador)”.

En el caso de Venevisión podemos observar en el libro “El libro blanco de RCTV” lo siguiente: (…) La investigación de Gustavo Hernández titulada Concentración de la Propiedad y Poder de los Traficantes de la Radio y la TV en Venezuela detalla (…) “la estructura interna de los principales grupos mediáticos de Venezuela: Organización Diego Cisneros (ODC). Venevisión. Inicia actividades en 1929”. (…) “la ODC posee alrededor de 80 empresas nacional e internacionalmente en los siguientes sectores: transmisión, programación… minería y recursos naturales”.
Así como el libro “Narcotráfico S.A. La nueva guerra del Opio” describe: (…) “La verdadera historia de la familia Cisneros va mucho, mucho más allá de la existencia de una prestante familia iberoamericana que: Se inició en los negocios con el patrocinio de uno de los principales bancos canadienses de Narcotráfico S.A: el Royal Bank of Canadá; Se ha asociado por mucho tiempo con la familia Rockefeller…”.
En el caso de la patria bolivariana estos medios que dicen ser de comunicación pero que en la realidad concreta más bien incomunican para ocultar el trasfondo de su existencia, han llegado a adquirir un poder económico de tal magnitud que pasaron a constituir lo que se denomina “el quinto poder”, haciendo referencia esto a los poderes del estado plasmados en la constitución. De esta manera se convirtieron en actores políticos e ideológicos del sistema de explotación capitalista, financiando campañas y candidatos presidenciales, para posteriormente chantajear y exigir puestos en los ministerios, es decir que estas “empresas privadas de comunicación” financiadas bajo cuerda por las transnacionales petroleras siguieron los pasos de las corporaciones petroleras que reemplazaron el papel de sus gobiernos en las negociaciones internacionales, asumiendo el negocio directamente.
Una de las características del capitalismo es que los empresarios no se conforman con solo tener poder económico sino que ostentan la necesidad de irse apoderando del aparato político en sus países para afianzar su hegemonía aun por encima de los pueblos que son los dueños del hidrocarburo liquido, recurso natural con el cual comenzó en gran medida su poder económico; desde la producción del primer barril de petróleo en Venezuela en el año 1883 por parte de la Petrolia del Táchira, pasando por el plan para sacar a esta del negocio petrolero hasta los golpes económico y petrolero contra el Comandante Eterno Hugo Chávez entre los años 2001 y 2003, ha existido una participación fundamental de las “empresas de comunicación”, hasta el punto de que en el año 2002 el golpe fue dirigido directamente por los medios de comunicación privados.
En medio de estos hechos se habla del papel de Globovisión como ejecutor fundamental de la desestabilización en el país, no solo en los años de los golpes sino en durante los catorce años que la Revolución Bolivariana se ha mantenido en la presidencia. En lo particular pienso que existe una responsabilidad importante de esta empresa de comunicación, pero en una guerra como la que vivimos, la cual emplea técnicas de cuarta generación, como la “guerra psicológica” y la “alienación”, no hace más daño el enemigo frontal, debido a que es declarado, por el contrario, el que mas daño hace es el enemigo oculto, el que está camuflado, este es el caso de Venevisión, Televen, Últimas Noticias y emisoras de radio como unión radio entre otros medios. Esto no quiere decir que el estado no deba adoptar medidas de peso en contra del canal de noticias, pero como militantes de la causa bolivariana y chavista debemos hacer comprender a nuestro pueblo, el peligro que representan los supuestos “imparciales”, como es evidente Globovisión solo es un canal de noticias, pero debemos tener en cuenta que existen otros métodos mas efectivos que alienan a nuestro pueblo, como por ejemplo las telenovelas, en las cuales se inculcan a los seres humanos los valores negativos que sustentan al capitalismo y refuerzan las conductas consumistas que sustentan las economía de mercado. Las telenovelas estimulan el egoísmo y el miedo, además de mostrar un alto nivel de racismo y conductas intrigantes que buscan afianzar la idea en el pueblo de que las personas de rasgos blancos son los que dominan y los afrodescendientes, zambos, indígenas y mestizos son delincuentes y pobres.
Así consecutivamente existen otros programas que tienen una intención y van dedicados a cada una de las edades, el factor violencia se puede ver incluido en las comiquitas para niños y para adultos, las series juveniles y en los noticieros, es Venevisión quien invade los hogares de todos y cada uno de las familias venezolanas con ideología burguesa a través de sus programas de televisión, películas elaboradas en Hollywood, donde se nos plantea al personaje estadounidense como el héroe de todos los tiempos y en todos los eventos, es Venevisión y otros medios quienes refuerzan las actitudes negativas como el chisme, la intolerancia, el racismo y la hegemonía del sistema económico dominante.
Paradójicamente siendo Venezuela un país históricamente petrolero por excelencia, aunque sabemos que existe intencionalidad en su aptitud, el “tema petrolero” no se menciona en ninguno de estos medios o mejor empresas de comunicación, como dice Galeano “que incomunican”, como tampoco se mencionan los pensamientos ni las historias del Libertador Simón Bolívar en ninguno de sus programas, es decir, nada que valla en contra de los intereses de las transnacionales que dominan el negocio petrolero y por ende la economía mundial. Hechos y realidades que los vuelven mucho más peligrosos porque trabajan en el adoctrinamiento ideológico, logrando distraer las luchas de los pueblos y muchas veces hasta logran que los explotados defiendan al opresor.
El deber de todos los militantes de la causa revolucionaria y socialista es comprender que como pueblo somos quienes tenemos la primera responsabilidad de evitar que nuestro pueblo caiga en las trampas de estas estrategias, estimular el espíritu crítico de las futuras generaciones, lograr que aprendan a querer y defender el recurso petrolero que es fuente de riqueza para la civilización, no permitir que sea el televisor, la radio o el internet quien le de la crianza a los niños y niñas futuros de la patria y futuros dueños de la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO), inculcar en el pueblo los valores socialistas que nos han legado todos los próceres y el gigante Chávez.
No es casualidad que estas empresas de comunicación no mencionen el petróleo por ningún lado y que hasta nuestros propios medios en muchas ocasiones no lo hagan con la frecuencia ni la forma en que se debería en un país famoso por ser exportador histórico del preciado recurso y uno de los países más amenazado por las potencias que lo necesitan para mover sus aparatos económicos. Todo es parte de un mismo plan que tiene como factor fundamental el control de las reservas a nivel mundial por parte de los países hegemónicos.
Venezuela ha legado de sus libertadores un hermoso proyecto de humanidad y también la providencia nos ha concedido no solo ser dueños de un territorio bendito, que ha brindado a la humanidad una historia riquísima en personajes ilustres como Miranda, Bolívar y Chávez, sino de tener bajo nuestros suelos las riquezas naturales de mas calidad con las que cuenta la humanidad para el buen vivir; tenemos la genética y tenemos los recursos, solo nos faltaba el legado y la patria también parió al gigante que nos dejo ese legado, no hace falta mas que la voluntad para transformar nuestra hermosa patria en una potencia mundial, hagámoslo, no tenemos excusa!

EDUARDO J. RIVERO C.
Vocero Movimiento Estudiantil Revolucionario Francisco de Miranda
14/05/2013

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