Ésta vez los gringos no vienen por petróleo. Por Eduardo Rivero. 13/03/2022

 El maquiavelismo gringo ha quedado totalmente al descubierto una vez más y en ésta ocasión de la forma más descarada en muchos años con su acercamiento al Gobierno Bolivariano presidido por el único Presidente que rige los destinos de Venezuela: Nicolás Maduro.

Dicha realidad denota varios elementos dignos de importante análisis. La retórica política o la visión analítica tradicional no puede ver más allá de lo que esgrimen superficialmente los distintos actores geopolíticos, en el caso de EE.UU. que ellos buscan el acercamiento supuestamente para negociar “suministro de petróleo” con la finalidad de sustituir al proveedor ruso a raíz del conflicto en Ucrania; pero aunque ello puede verse como una media verdad, nada más alejado de la realidad en ésta ocasión.

Aunque ciertamente EE.UU. necesita siempre de suministros seguros del hidrocarburo líquido, no menos cierto son las siguientes contradicciones que descartan los supuestos pretextos de acercamiento: En primer lugar, EE.UU. mantiene hoy por hoy la mayor producción petrolera mundial por encima de Arabia Saudita y Rusia, con 11 millones 953 mil barriles hasta febrero 2022 (Boletín OPEP). En segundo lugar, la situación de quiebra de la economía estadounidense no se permite obtener un control a medias de las reservas petroleras de nuestras naciones, en otras palabras, no les es rentable negociar con un gobierno soberano el tema energético, sino que requieren el control completo de las mismas, sobre todo luego del agotamiento oficial de las reservas petroleras el año 1981 (Tasa de Reemplazo del petróleo).

Y en tercer y último lugar, surgen dos hechos contradictorios que suman a descartar el supuesto pretexto esgrimidos por la dirigencia gringa como lo son, el acercamiento después de iniciado la crisis de Ucrania y no antes (aunque siempre hayan necesitado el hidrocarburo) y la liberación al mercado petrolero de 60 millones de barriles de petróleo de la “Reserva Estratégica” con la supuesta finalidad de reducir los precios de los mismos (aunque supuestamente necesitan el combustible).

Por tanto, el gobierno y el pueblo deben estar muy alertas, el panorama es claro, ante la impotencia de no poder derrotar a Venezuela ni a Rusia y aunque lo intente mil veces más nunca podrán engañarnos, se traen algo oscuro entre manos, a mi parecer, principalmente es causar la distensión o quiebre de la alianza Rusia-Venezuela-China; la cual ha sido la punta de lanza contra-imperialista que está derrotando la hegemonía estadounidense para siempre.

Eduardo Rivero

Analista de Temas Geopolíticos

Eduardokemp2140@gmail.com



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