EE.UU.
logró dominar al mundo durante los últimos 75 años debido a su habilidad y
agilidad para maniobrar con su política internacional, con jugadas de alto
maquiavelismo y movimientos sumamente estratégicos, basados mayormente en
falsos positivos o en deslealtades con el objetivo de lograr sus fines.
Una de
esas jugadas y de las de más alto nivel, se dio precisamente el 14 de febrero
de 1945 cuando el para entonces presidente Franklin de Roosevelt logró una
reunión con el rey de Arabia Saudita IbnSaud abordo del crucero Quincy. La
reunión se efectuó en alta mar en medio del Gran Lago Amargo (Video referencia el encuentro: https://www.youtube.com/watch?v=5D9UJq6HYAI), la misma consolidó la
alianza EE.UU.-Arabia Saudí para intercambio de petróleo por protección
militar, la cual permitiría en un futuro variedad de jugadas más por parte del
imperio para manipular los precios del petróleo al alza o a la baja según su
propósito geopolítico, en otras palabras, el acuerdo le permitió a los
miserables estadounidenses utilizar al petróleo como una arma de guerra más.
Entre
las maniobras más notables a partir de dicha alianza, se encuentra sin dudas la
guerra económica y financiera aplicada desde 1980 contra la Unión Soviética,
tumbando los precios del petróleo, logrando el derrumbe de la gran nación
socialista asfixiando su economía (no como sostienen muchos camaradas sobre la
supuesta traición de Gorbachov, como si los procesos sociales dependieran de un
sólo hombre). Esta maniobra sumada a la falta de visión estratégica de parte de
los soviéticos debido al dogmatismo que se sembró en la sociedad euroasiática
terminó por sentar las bases de su posterior caída.
En la
actualidad los EE.UU. vuelven a maniobrar “ingenuamente” con su jugada pero
esta vez en contra de la Patria de Simón Bolívar, pensando que la situación es
similar por la dependencia de Venezuela, al igual que los soviéticos en esa
etapa, de la renta petrolera, pero la situación es totalmente distinta por
varios factores, el primero es que Venezuela vive un autentico proceso
dialéctico revolucionario que le permite visionar todo tipo de maniobras de
este tipo para tomar contramedidas, todo ello gracias a la nueva doctrina
impulsada por nuestro gigante eterno Hugo Chávez desde su llegada al poder en
1998, el segundo es la nueva realidad geopolítica que vive el mundo, donde
confluyen múltiples polos de poder en los que Venezuela funge como uno de los
principales líderes de dicha dinámica mundial.
El
comandante Chávez como gran maestro nos enseñó a pensar en lo mínimo y también
en lo grande, ello lo ha demostrado la actuación de nuestro Presidente Obrero
Nicolás Maduro durante la presente etapa, donde una y otra vez ha jugado en
grande el tablero de la geopolítica mundial. Han sido muchas las maniobras
espectaculares realizadas por nuestro líder, pero sobre todo hay una que cambió
el curso de la historia para siempre, y no es otra que la concreción del
Acuerdo de la OPEP el 30 de noviembre de 2016 luego de la guerra económica empleada
por EE.UU. desde 2012 contra Venezuela, la ágil maniobra ejecutada con pulso milimétrico
por el Presidente Maduro constituye una de las jugadas geopolíticas de más alto
nivel de la historia contemporánea.
Tal
situación la reconoce Mohhamad Barkindo, el actual Secretario General del
organismo, del cual Venezuela es fundadora y parte clave desde 1960, cuando
dice que “gracias al liderazgo de Maduro se ha logrado la estabilidad del
mercado petrolero”.
Eduardo Rivero
Analista de Temas Geopolíticos
@Eduardo_jrc
eduardokemp@hotmail.co
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